PERSONALIDAD
MATERIA: Sociología
criminal.
NOMBRE
DEL ALUMNO: Oscar
García Luis.
Contenido
1. Personalidad.
1.1. Conceptos de personalidad.
Estos
son algunas definiciones de personalidad:
·
La
personalidad hace referencia a factores internos, más o menos estables que
hacen la conducta de una persona sea consciente en diferentes ocasiones y
distinta la conducta que otras personas mostrarían en situaciones comparables (Hampson,
1986) .
·
La
personalidad se refiere a nuestras características externas y visibles, a los
aspectos de nosotros que los demás pueden ver (Schultz, 2002) .
·
1.2. Teoría psicoanalítica.
La obra de SIGMUND FREUD, originada en
las ciencias biológica, neurológica y psiquiátrica propuso una nueva forma de
considerar la personalidad, Freud exploro áreas de la mente que habían sido
ocultadas por la moral y la filosofía
victorianas.
Pagina
Freud describía a la mente dividida en
tres partes: el consiente, el inconsciente y el preconsciente.
Ø El consiente: representa una
pequeña fracción de la mente, pues solo comprende lo que percibimos en el
momento.
Ø El inconsciente: llamamos
inconsciente a un proceso psíquico cuya existencia no podemos menos que
reconocer pero del cual no sabemos nada. Dentro de este hay elementos
instintivos que nunca han sido consientes y los que la conciencia nunca podrá
acceder. Hay materiales que son proscritos (censurados y reprimidos) del
estrato del consiente. Los materiales inconscientes se caracterizan por la su
vivacidad y su inmediatez, los procesos mentales son atemporales en sí mismos.
No se distribuyen cronológicamente, el tiempo no puede modificarlos y no se les
puede aplicar el concepto de tiempo.
Ø El preconsciente: forma parte
del inconsciente aunque se a una parte que fácilmente puede tornarse consiente,
tales partes de la memoria forman parte del preconsciente y comprenden. (James Fadiman, 2001)
1.2.1. La estructura de la personalidad
La mente posee tres estructuras: el
ello, el yo y el súper yo. Las tres estructuras constituyen el psique y están
interactuando continuamente entre sí en una forma dinámica (P &
Whitbourne, 2003) .
Estas estructuras interactúan constantemente entre sí, por lo que Freud les
acuño el termino psicodinámico para describir el proceso de interacción de
estas estructuras de la personalidad.
Ello: es el núcleo original del
cual se derivan todos los demás aspectos de la personalidad, posee una
naturaleza biológica y hace a veces la reserva
de energía para todas las áreas de de la personalidad, este es primitivo
y desorganizado, “las leyes lógicas del
pensamiento no se aplican al ello” y
este no sufre ninguna modificación a medida de que la persona crece y madura (James Fadiman, 2001) , es porque este
estrato no mantiene contacto al mundo exterior. El ello es inaccesible a la conciencia y reside por completo en la
capa del “inconsciente” de la mente, este se rige por el principio de placer el
cual es una fuerza motivadora orientada a lo inmediato y la gratificación
total de las necesidades y deseos
referentes a lo sensualidad (P &
Whitbourne, 2003) .
Comprende pensamientos que nunca se han tornado consientes o ideas que se han
rechazado por inaceptables por la conciencia.
El yo: es la parte del psique que mantiene contacto con la realidad
externa, tiene por origen el ello, cuando el niño adquiere conciencia de su
propia identidad, con el fin de ejecutar y ejecutar sus exigencias constantes,
para esto el yo protege al ello y a veces sustrae energía de este, su misión
consiste en preservar la salud, la
seguridad y la cordura de la personalidad (James Fadiman, 2001) . El yo fue creado
por el ello en un intento de por controlar la tensión, para lograr su objetivo
el yo debe controlar y modular las pulsaciones del ello a fin de que la persona
adopte enfoques realistas denle su estilo de vida. El centro de la conciencia
de la personalidad es el yo, su función es proporcionar al individuo los
poderes mentales del juicio, memoria, percepción y toma de decisiones, las
cuales permiten adaptarse a la realidad del mundo exterior (P &
Whitbourne, 2003) ,
esta estructura está gobernada por el principio de realidad, el cual es una fuerza motivacional que
conduce al individuo a confrontar la limitaciones del mundo exterior, las
funciones del están caracterizadas por
el proceso secundario del pensamiento, que implica la resolución lógica y
racional de los problema (P &
Whitbourne, 2003)
El superyó: es la última estructura y esta surge del yo, controla los
intentos del yo por cumplirlos deseos del ello (P &
Whitbourne, 2003)
este hace las veces de juez o de censor de las actividades y reflexiones del
yo. Tratase del depositario de los códigos morales, de las normas de conducta y
de las construcciones que conforman las
inhibiciones de la personalidad (James Fadiman, 2001) . El superyó realiza
tres funciones: la conciencia, la auto-observación y la formalización de
ideales.
1.2.2.
Etapas
del desarrollo psicosexual.
Freud propuso que existe una secuencia
anormal del desarrollo, atreves de lo que el definió como etapas psicosexuales.
Cada etapa se concentra en una zona de excitación sexual del cuerpo (zonas
erógenas); la manera en que un niño aprende a satisfacer los deseos sexuales asociados con cada etapa, esto se convierte
en un componente importante de la personalidad del infante (P &
Whitbourne, 2003) .
Los cambiantes modos de gratificación,
junto con las zonas físicas en que opera, constituyen los elementos básicos de
la concepción freudoniana de las etapas de desarrollo.
Freud
emplea el término fijación para describir lo que ocurre cuando la
persona no pasa de una etapa a otra etapa de manera normal, sino queda
“anclada” en la anterior (James Fadiman, 2001) .
Etapa
oral.
Esta etapa comienza al nacimiento,
cuando tanto las necesidades como la gratificación se concentran principalmente
en los labios, la lengua y, algo más tarde, los dientes. La pulsión básica del
lactante no se dirige a lo social o lo
interpersonal, sino simplemente, a consumir y aliviar las tenciones producidas
por el hambre y la sed (James Fadiman, 2001) .Esta etapa se divide
en dos fases, la primera es la oral
pasiva o fase receptiva, en la cual los sentimientos placenteros provienen
del cuidado o de la alimentación. En la segunda fase, llamada oral agresiva, el
placer se deriva de morder o masticar cualquier cosa que el infante pueda
meterse a la boca (P &
Whitbourne, 2003) .
La regresión o la fijación a la fase
oral pasiva provocan dependencia excesiva de gratificación oral (chuparse el
dedo, fumar cigarrillos, comer en exceso). Las personas que tienen una
regresión o una fijación a la fase oral
agresiva son hostiles y presentan una actitud crítica (morder) hacia los demás (James Fadiman, 2001) , el sarcasmo en los
adultos, desmenuzar los alimentos y los chismorreos son actitudes de un adulto
que tiene una fijación en esta etapa.
Etapa
anal.
Entre los dos y cuatro años el niño
aprende a controlar el esfínter y la vejiga y prestan especial atención a la
micción y la defecación. Por lo cual la energía sexual se del infante se centra
en la estimulación de estas zonas con la retención y expulsión del excremento, la preocupación de los padres por el uso
adecuado del sanitario permite al niño
exigir atención tanto sobre los errores (James Fadiman, 2001) .
Las características de la edad adulta
asociadas con la fijación parcial en la etapa anal son el espíritu metódico, la
frugalidad excesiva y la intransigencia esto es tres rasgos caracterológicos
suelen manifestarse de manera conjunta. En tal sentido aludía el carácter anal,
cuya conducta se vincula estrechamente con las experiencias adversas sufridas
durante esta etapa del desarrollo infantil (James Fadiman, 2001) .
Las personas que se encuentran fijadas
en esta etapa pueden tener una estructura de carácter de control excesivo y de
acaparamiento, denominado retentiva anal (P &
Whitbourne, 2003) .
En sentido contrario a la fijación anterior
puede ser de carácter impulsivo e inconsciente y descuidado, denominado
expulsivo o anal.
Etapa
fálica.
Desde los tres años, el niño pasa a la
etapa fálica, la cual se centra en los órganos genitales, se trata de un
periodo en el que el niño o la niña adquieren conciencia ya sea de tener pene o
de no tenerlo, es aquí donde el pequeño toma conciencia de las diferencias
sexuales. Freud creía que el destino de
la salud psicológica futura del niño quedaba sellado en esta fase (P &
Whitbourne, 2003)
en esta etapa el infante se veía atraído sexualmente por el padre del sexo
opuesto.
En el caso de los hombres Freud
denomino a este conflicto complejo de Edipo, en referencia al héroe trágico del
dramaturgo griego Sófocles, Edipo mata a su padre y más tarde se casa con su
madre (sin saber que eran sus padres). Cuando al final, sabe a quién mato y con
quien se caso, Edipo se castiga arrancándose los ojos (James
Fadiman, 2001) .
Freud creía que los niños varones
reproducen interiormente este drama, desean poseeré a la madre y, para alcanzar
este objetivo, deben matar al padre, este también inspira temor de que lo
castre y lo reduzca a un ser asexuado. Nunca podrá suprimirse por completo el
sentimiento de angustia que produce la idea de castración, el amor y el temor
hacia el padre y el amor y el deseo sexual hacia la madre (James Fadiman, 2001) , este complejo es
reprimido durante la infancia.
Para las niñas es un problema similar,
esta desea poseer al padre y percibe como rival más importante a la madre, para
las chicas la represión de sus deseos es menos severa y radical, tal
ausencia de intensidad les permite
mantenerse en una situación edípica durante un periodo indefinido, tiempo
después la supera y de manera incompleta.
Estos conflictos se resuelven de
manera favorable cuando el infante se identifica con el padre del mismo sexo el
niño adquiere un superyó, el cual fortalece el tabú social en contra del
incesto y establece la etapa de todas las luchas posteriores para enfrentar los
deseos sexual y agresivos inaceptables (P &
Whitbourne, 2003) .
Después del complejo por el que atraviesa el infante su energía sexual
disminuye por completo.
Etapa
genital.
Es la última etapa de desarrollo
biológico y psicológico esta ocurre con
el inicio de la pubertad y el consecuente retorno de la energía libidinal a los
órganos sexuales (James Fadiman, 2001) en esta etapa los
jóvenes tanto hombres como mujeres conocen sus deferencias sexuales y buscan
colmar sus necesidades eróticas y personales.
La genitalidad adulta es la habilidad para expresar sentimientos
sexuales de forma madura y en contextos
adecuados, se alcanza cuando el individuo es capaz de trabajar y amar con otra
persona (P &
Whitbourne, 2003) ,
sin embargo cualesquiera fuera sus fijaciones
y regresiones previas restringen la habilidad para completar esta etapa
en forma satisfactoria.
1.3. La teoría centrada en la persona.
Esta teoría es Carl Rogers en la cual se centra en la singularidad de
cada individuo, la importancia de permitir que cada individuo logre la
realización máxima de su potencial y la necesidad individual de confrontar de
forma honesta, la realidad de sus experiencias en el mundo (P & Whitbourne, 2003) resalto la
tendencial del organismo hacia el crecimiento personal, el YO era el centro de
su investigación sobre la personalidad.
Para Rogers cada individuo nace con
una tendencia realizadora, que si no se desvía por los acontecimientos del
desarrollo, puede llegar a conseguir ser
una buena persona capaz de reflexionar, abierta a nuevas experiencias,
respetuosa consigo mismo y tolerante con los demás, la persona desadaptada será
cerrada rígida y autodespreciativa. La auto imagen de una persona bien debe
coincidir o ser congruente con sus experiencias y cuando esto sucede se dice
que la persona es plenamente funcional (P &
Whitbourne, 2003)
esto quiere decir que está usando sus recursos psicológicos al máximo.
Considero que la persona plenamente funcional se encuentra en un proceso de
evolución y movimiento continuos.
El dentro de la experiencia se
encuentra el self, una entidad inestable y mutable, el self es una Gestalt organizado y coherente sujeta
a un proceso constante de de formación y reformación a medida que cambian las situaciones
(James Fadiman, 2001) , el self o el
concepto de sí mismo es la forma en que las personas entienden con base a las
experiencias, las vivencias y las expectativas del futuro. Y también se
encuentra el self ideal “es el concepto de si mismo que la persona anhela y al
cual le asigna un valor superior” (James Fadiman, 2001) y este igual se
encuentra en continuo cambio, el self ideal puede convertirse en un obstáculo
para la salud personal cuando difiere en gran medida del self real.
Estos son algunos de los postulados de
su teoría:
·
El
ser humano no es un organismo psicofísico, sino un todo organizado cuya
experiencia es su realidad.
·
El
objetivo básico de la psicología humanista es el comprender y mejorar la
personalidad, el fin de la persona es el desarrollo de sus capacidades
positivas y la actualización de su potencial de crecimiento.
·
Rogers
enfatiza sobre los procesos motivacionales; la actualización del sí mismo.
1.3.1.
Teoría
de autorrealización.
Esta
es una teoría de Abraham maslow (1962) se relaciona con la perspectiva de
Rogers, se centra en la idea de la autorrealización, es decir, la máxima
realización del potencial de crecimiento psicológico del individuo, también se
enfoca al individuo, las personas
autorrealizadas son precisas en sus autopercepciones y son capaces de encontrar
ricas fuentes de estimulación y de placer en sus actividades diarias, estos
individuos no están buscando simplemente el placer sensual o espiritual,
también tiene una filosofía de su vida basados en valores humanitarios y de
igualdad (P &
Whitbourne, 2003) .
Propuso una jerarquía de necesidades en el que se describe el orden en el cual deben
cubrirse sus necesidades humanas, las cuales se dividen en dos grupos el primero
es de necesidades de crecimiento el cual está conformado por las necesidades de
autorrealización y luego el siguiente grupo es el de necesidades deficitarias
el cual está compuesto por necesidades de
estima, necesidades de amor y afiliación, necesidades de seguridad o de
estar a salvo y necesidades fisiológicas.
1.4. El ciclo vital
Es un modelo de ocho etapas de
desarrollo que extiende la teoría psicoanalítica más allá de la niñez y esta
abarca todo el ciclo vital y cada etapa tiene sus características y es el
resultado de la precedente, Erickson las extendió hasta convertirlas en conceptos universales del desarrollo humano. Las etapas
son: confianza y desconfianza básica, autonomía o vergüenza y duda, iniciativa o culpa, diligencia o
inferioridad, identidad o confusión de la identidad, intimidad o asilamiento,
productividad o estancamiento, integridad o desesperación.
Confianza
y desconfianza básica:
esta ocurre cuando nos encontramos más desamparados y dependientes de los demás
para nuestra atención física y emocional. Los lactantes adquieren un
sentimiento de relativo de confianza y desconfianza del mundo (James Fadiman, 2001) . Este es parecido a
la etapa oral de la teoría
psicoanalítica de Freud donde la gratificación
se centra en la boca y el
desarrollo de esta eta se da de igual forma,
y aquí es donde adquiere el
sentido de maldad o malevolencia. La
virtud o fuerza que resulta de alcanzar un equilibrio entre la confianza y
desconfianza básica es la esperanza, esta fuerza es relativamente independiente
de expectativas, metas y deseos específicos
Autonomía
o vergüenza y duda: esta etapa es igual a la
etapa anal que propuso Freud esta etapa se característica por que el niño
adquiere rápidamente varias destrezas mentales y físicas, también empieza a
ejercer el control sobre sí mismo y sobre partes del mundo exterior (James Fadiman, 2001) , esta etapa se da de dos formas: retención y
expulsión, retener puede convertirse en una restricción cruel o ser una pauta
de interés y soltar se puede referirse a la liberación de fuerzas destructivas o se para
relajarse.
La fortaleza adquirida en esta etapa
es la voluntad, el controlar sus propios impulsos con juicio y discernimiento,
la voluntad es la determinación de ejercer el libre albedrio así como la
moderación, a pesar de la experiencia inevitable de la vergüenza y la duda (James Fadiman, 2001) .
Iniciativa
o culpa: esta etapa es análoga a la de Freud (fálica) a quien el niño a
hora tiene el sentido más amplio del dominio y la responsabilidad, “le interesa
todo y le gusta atacar y conquistar el ambiente”, se encuentra ansioso por aprender y desempeñar todo bien,
su palabra favorita es “porque” aprende
el valor de la previsión y comienza a adquirir un sentido de dirección y finalidad (James Fadiman, 2001) e cual es atenuado
por el sentimiento de culpa , con el cual se puede generar la ansiedad. El
propósito es el valor de concebir y buscar metas valiosas sin dejarse inhibir
por la derrota de fantasías infantiles, o la culpa o el temor frustrante del castigo.
Diligencia
o inferioridad:
este periodo corresponde al periodo de latencia de Freud, a hora el niño tiene
que abrigar un sentimiento de satisfacción por un trabajo bien hecho, se espera
que domine sus tareas y destrezas que valora la sociedad. Los niños que no
prosperan adquieren un sentimiento de inferioridad o imantación (James Fadiman, 2001) . La virtud de esta etapa es la competencia es
el ejercicio libre de destrezas e inteligencia
para llevar a cabo tareas, a diferencia de la incapacidad infantil.
Identidad
o confusión de la identidad:
el sentido de la identidad del yo es la confianza acumulada en la mismidad y
continuidad del significado interior del pasado coincide con la mismidad y
continuidad del significado que tenemos para los demás, como se manifiesta en
la tangible promesa de una profesión (James Fadiman, 2001) , este periodo es de
transición de la niñez a la vida adulta, en el cual se dedica a experimentar y
la fidelidad es la fuerza básica de esta
etapa. “la fidelidad es la capacidad de preservar las lealtades concebidas
libremente, a pesar de las contradicciones inevitables del sistema de valores” (James Fadiman, 2001) . Aquí se adoptan los
valores éticos y sistemas de creencias de la cultura.
Intimida
o aislamiento:
esta etapa se da en la juventud y se establecen
amistades y se comienza a intimar en relaciones y adquirir un sentido de responsabilidad, el
compromiso critica de esta etapa es la reciprocidad verdadera en la pareja
amorosa. Esta intimidad difiere significativamente de la exploración y la
intensa búsqueda previa de una identidad
sexual. Sin este sentimiento de
intimidad y dedicación, nos aislamos y somos incapaces de sostener relaciones
personales satisfactorias y en esta etapa se alcanza la virtud del amor el cual
es “la devolución mutua que subyaga para siempre el antagonismo inherente de las funciones divididas” (James Fadiman, 2001) .
Productividad
o estancamiento:
el compromiso íntimo con los demás se amplía hasta una preocupación más general por guiar y apoyar a la siguiente
generación, La productividad comprende la preocupación por nuestros hijos y por
las ideas y las cosas que hemos creado: la creatividad en nuestra vida laboral
y personal, la instituciones sociales refuerzan la función de la productividad,
proveen de la continuidad del conocimiento
y la estructura de una generación a otra. La fuerza adquirida en esta
etapa es el interés, que es “una preocupación general por lo que ha surgido por
amor, necesidad o accidente; superando la ambivalencia que trae las
obligaciones irreversibles” (James Fadiman, 2001) .
Integridad
o desesperación:
es el momento de enfrentar las últimas preocupaciones, aunado al sentido de
identidad del yo, aparece una conciencia del valor de muchos estilos de vida,
incluyendo aquellos que más difieren de los nuestros. La integridad del yo es la adquisición de de la capacidad
de albergar un amor posnarcisista, la desesperación se manifiesta en forma de
miedo a la muerte o en rechazo de los valores, instituciones y estilos de vida
de los demás
La fuerza de la sabiduría procede de
nuestro contacto con la integridad y la desesperación, cuando abordamos las
últimas preocupaciones. “la sabiduría es el interés desapegado por la vida, a
las puertas de la muerte” (James Fadiman, 2001) .
2.
Tipos
de personalidad.
El tipo de personalidad se refiere a
quienes poseen varios rasgos en común, el psiquiatra Carl Jung propuso
clasificarlos en introvertido y extrovertido (Coon, 2005) .
El introvertido: es tímido y
egocéntrico su atención se centra en el mismo.
El extrovertido: es atrevido y locuaz;
su atención la dirige al exterior.
3.
Trastornos
de la personalidad.
Un trastorno de la personalidad
implica un patrón desadaptado y duradero de experiencia interna y conducta, que
data desde la adolescencia o de la adultez joven, y que se manifiesta en al
menos dos de las siguientes áreas 1) cognición, 2) afectividad, 3)
funcionamiento interpersonal, 4) control de los impulsos (P & Whitbourne, 2003) esta expresión
difiere entre los trastorno. El diagnostico de estos trastornos es muy difícil ya
que muchas de estas alteraciones tienen características similares.
3.1.1.
Características
diagnósticas
Los rasgos de personalidad son
patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el
entorno y sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de
contextos sociales y personales. Las manifestaciones de los patrones de
desadaptación tanto en el medio interno y externo en cualquiera de las áreas anteriormente
mencionadas requieren cumplir con los siguientes criterios:
Criterio A: el patrón persistente es
inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales
Criterio B: provoca malestar
clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas
importantes de la actividad del individuo
Criterio C: El patrón es estable y de
larga duración y se puede descubrir que su inicio se remonta al menos a la
adolescencia o al principio de la edad adulta.
Criterio D: El patrón no es atribuible
a una manifestación o una consecuencia de otro trastorno mental
Criterio E: el patrón no es debido a
los efectos fisiológicos directos de una sustancia ni a una enfermedad médica
Criterio F: exististe criterios
diagnósticos específicos para cada uno de los trastornos de la personalidad[2].
3.2. Trastorno antisocial de la
personalidad.
Es
un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás (Miyar, 2002) . Este trastorno se
caracteriza por la falta de una consideración moral social o de las normas
legales (P &
Whitbourne, 2003)
y es un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás,
que comienza en la infancia o el principio de la adolescencia y continúa en la
edad adulta, los individuos con este trastorno suelen comportarse de manera
impulsiva, agresiva, imprudente, sin mostrar señales de remordimiento con la
intención de evadirse de las situaciones difíciles (P & Whitbourne, 2003) y otros sujetos en
lugar de expresarlo de la de forma abierta como se menciono anteriormente , son
“de platica fácil” lo que los hace
capaces de obtener lo que desean de manera favorable.
Estos son los criterios de diagnostico
específicos para que un sujeto pueda ser diagnosticado con este trastorno[3]:
Criterio A1: los sujetos con este trastorno no
logran adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento
legal.
Criterio A2: las personas con este trastorno
desprecian los deseos, derechos o sentimientos de los demás. Frecuentemente,
engañan y manipulan con tal de conseguir provecho o placer personales.
Criterio A3: mienten repetidamente, utilizan un
alias, estafan a otros o simulan una enfermedad, pueden poner de manifiesto un patrón de
impulsividad mediante la incapacidad para planificar el futuro.
Criterio A4: estos sujetos tienden a ser
irritables y agresivos y pueden tener peleas físicas repetidas o cometer actos
de agresión.
Criterio A5: los
individuos muestran una despreocupación imprudente por su seguridad o la
de los demás.
Criterio A6: estos sujetos con este trastorno
tienden a ser continua y extremadamente irresponsables.
Criterio A7: estos sujetos tienen pocos remordimientos
por las consecuencias de sus actos.
Criterio
B: el sujeto
debe tener al menos 18 años.
Criterio
C: tener
historia de algunos síntomas de un trastorno disocial antes de los 15 años.
Criterio D: el comportamiento antisocial no debe
aparecer exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o de un episodio
maníaco.
3.3. Trastorno límite de la personalidad.
Es un patrón de inestabilidad en las
relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, y de una notable
impulsividad (Miyar, 2002) . Los sujetos que
padecen este trastorno suelen experimentar un tipo diferente de depresión,
caracterizada por sentimientos de vacío
y emociones negativas variables, es común que formen relaciones repentinas,
intensas y demandantes con otros individuos, y que perciban a los demás como
totalmente buenos o totalmente malos y a esto se le conoce como escisión
(división)[4]. Las intensidades de sus
relaciones resulta en experiencias recurrentes de aflicción y rabia, el enojo y
la hostilidad son características perdurables (P &
Whitbourne, 2003) ,
presentes en estas persona, las cuales pasan por una crisis de identidad o del
concepto de quienes son, aun después de haber dejado atrás la época del
cuestionamiento sobre identidad, pueden llegar al punto donde no distingan los
límites entre ellos mismos y los demás.
La mayoría que padece este trastorno
parecen estar muy enojadas la mayoría del tiempo, incluso sin ninguna
provocación se ponen furiosas, aun cuando muchos aspectos de su funcionamiento
están alterados pueden manejar las responsabilidades de la vida diaria. Sin
embargo muchos poseen una tendencia constante a los conflictos interpersonales
y el riesgo de que su conducta impredecible, dependencia y humor cambiante
pueda alejar a las personas que se acercan a ellos (P &
Whitbourne, 2003) .
Características
diagnósticas: Estos
son los criterios que debe cumplir una persona para ser diagnosticada con el
trastorno límite de la personalidad[5]:
Criterio 1: los sujetos realizan frenéticos
esfuerzos para evitar un abandono real o imaginado. Experimentan intensos
temores a ser abandonados y una ira inapropiada incluso ante una separación que
en realidad es por un tiempo limitado o cuando se producen cambios inevitables
en los planes, sus frenéticos esfuerzos para evitar el abandono pueden incluir
actos impulsivos como los comportamientos de automutilación o suicidas.
Criterio 2: presentan un patrón de relaciones
inestables e intensas. Las primeras veces que se tratan, pedirles que estén
mucho tiempo a su lado y compartir muy pronto los detalles más íntimos, luego
cambian rápidamente de idealizar a los demás a devaluarlos, pensando que no les
prestan suficiente atención, no les dan demasiado o no están lo suficiente, tal
cambio suele reflejar la desilusión con alguna de las personas que se ocupa de
ellos y cuyas cualidades positivas han sido idealizadas o de quien se espera el
rechazo o abandono.
Criterio 3: existe una alteración de la identidad
caracterizada por una notable y persistente inestabilidad en la autoimagen o en
el sentido de uno mismo, cambian bruscamente desde el papel de suplicar la
necesidad de ayuda hasta el de vengador justiciero de una afrenta ya pasada. Lo
habitual es que su autoimagen esté basada en ser perverso o desgraciado, a
veces los individuos con este trastorno tienen también el sentimiento de que no
existen en absoluto. Estas experiencias suelen ocurrir en situaciones en las
que el sujeto percibe una falta de relaciones significativas, de ayuda y de
apoyo, también pueden presentar un mal
rendimiento laboral o escolar.
Criterio 4: las personas con este trastorno
demuestran impulsividad en al menos dos áreas potencialmente peligrosas para
ellos mismos.
Criterio 5: presentan comportamientos, intentos o
amenazas suicidas recurrentes o comportamiento de automutilación.
Criterio 6: pueden presentar una inestabilidad
afectiva que es debida a una notable reactividad del estado de ánimo.
Criterio 7: pueden estar atormentados por
sentimientos crónicos de vacío, se aburren con facilidad y están buscando
siempre algo que hacer.
Criterio 8: frecuentemente expresan ira
inapropiada e intensa o tienen problemas para controlar la ira.
Criterio 9: durante períodos de estrés extremo,
se pueden presentar ideación paranoide transitoria o síntomas disociativos.
3.4. Trastorno histriónico de la
personalidad.
Es
un patrón de emotividad excesiva y demanda de atención (Miyar, 2002) . Cuando se vuelven extremas
la forma de expresión dramática forman la base de este trastorno, las personas con
este trastorno muestran conductas teatrales en su conducta diaria, disfrutan
ser el centro de atención y hacen lo necesario para que esto suceda, se preocupan
en exceso de su apariencia física y con frecuencia tratan de atraer a atención
de formas tan extremas que su conducta parece ridícula, a estos sujetos se les
considera como coquetos y seductores
demandantes de seguridad, de elogios y de aprobación de los demás, sino lo
consiguen se ponen furiosos (P & Whitbourne, 2003) . Actúan con estereotipos de
híperfeminidad o hípermasculinidad creyendo que con esto surgirá una admiración
por parte de los demás. El trastorno histriónico de la personalidad se ha
asociado a tasas altas de trastorno de somatización, trastorno de conversión y
trastorno depresivo mayor. Es frecuente la simultaneidad con los trastornos de
la personalidad límite, narcisista, antisocial y por dependencia.
Características
diagnósticas: Estos
son los criterios que debe cumplir una persona para ser diagnosticada con el
trastorno límite de la personalidad[6]:
Criterio 1: estos sujetos no están cómodos o se
sienten despreciados cuando no son el centro de atención.
Criterio 2: el aspecto y el comportamiento de los
individuos con este trastorno suelen ser inapropiadamente provocadores y
seductores desde el punto de vista sexual.
Criterio 3: sus expresiones emocionales pueden
ser superficiales y rápidamente cambiantes.
Criterio 4: estos sujetos utilizan el aspecto
físico para llamar la atención
Criterio 5: estos sujetos tienen una forma de
hablar excesivamente subjetiva y carente de matices.
Criterio 6: las personas con este trastorno se
caracterizan por la autodramatización, la teatralidad y una expresión exagerada
de la emoción, sus emociones parecen encenderse y apagarse con demasiada
rapidez como para ser consideradas profundas, lo que puede llevar a los demás a
acusar a estos sujetos de fingir tales sentimientos.
Criterio 7: estos sujetos son altamente
sugestionables, son fácilmente influenciados por los demás y por las modas del
momento, demasiado confiados en especial con las figuras de autoridad, son
propensos a tener presentimientos y a adoptar convicciones con rapidez.
Criterio 8: los sujetos con este trastorno
acostumbran a considerar las relaciones más íntimas de lo que lo son en
realidad.
3.5. Trastorno narcisista de la personalidad.
es un patrón de grandiosidad,
necesidad de admiración y falta de empatía (Miyar, 2002) . Estos individuos
poseen un sentido poco realista y exagerado de su propia autoimportancia, a
este rasgo se le conoce como grandiosidad, también esperan que los demás los
elogien y que gratifiquen todos sus deseos y demandas, carecen de sensibilidad
hacia las necesidades de los demás, se sienten especiales ya que consideran que
solo las personal de un alto estatus pueden comprender sus necesidades y
problemas especiales, poseen aspiraciones excesivas para sus vidas y un intenso
resentimiento hacia quienes consideran más exitoso, atractivos o brillantes (P &
Whitbourne, 2003) .
A pesar de la enorme importancia que se
asignan a ellos mismo que podría parecer como un exceso de seguridad es lo contrario porque llegan a sentir con
frecuencia una inseguridad y sus relaciones con los demás se encuentran distorsionadas
por su percepción de que los demás sirven como herramientas para su propia
gratificación, además son altaneros y arrogantes. Se han propuesto cuatro tipos
de narcisistas:
Narcisista elitista: este sujeto se considera
privilegiado y poderoso y tiende a ostentar su estatus y logros. También se
autopromueve con desesperación y trata de cultivar un nivel especial y
aprovecha cualquier oportunidad de recibir reconocimientos.
Narcisista amoroso: suele mostrase sexualmente
seductor, aunque evita la intimidad real el único integres real es el explotar
de manera temporal el cuerpo del otro. Narcisista carente de principios: carece
de escrúpulos, es un ser engañoso, arrogante y explotador.
Narcisista compensatorio: son negativos y buscan
compensar sus profundos sentimientos de inferioridad; tratan de crear una ilusión
de ser superiores y excepcionales.
Características
diagnósticas: Estos
son los criterios que debe cumplir una persona para ser diagnosticada con el
trastorno límite de la personalidad[7]:
Criterio 1: tienen un sentido grandioso de
autoimportancia.
Criterio 2: a menudo están preocupados por
fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.
Criterio 3: estos sujetos creen que son
superiores, especiales o únicos y esperan que los demás les reconozcan como
tales.
Criterio 4: estos sujetos demandan una admiración
excesiva. Su autoestima es casi siempre muy frágil. Pueden estar preocupados
por si están haciendo las cosas suficientemente bien y por cómo son vistos por
los demás.
Criterio 5: las pretensiones de estos sujetos se
demuestran en las expectativas irrazonables de recibir un trato de favor
especial.
Criterio 6: esta pretenciosidad, combinada con la
falta de sensibilidad para los deseos y necesidades de los demás, puede
acarrear la explotación consciente o inconsciente del prójimo. Esperan que se
les dé todo lo que deseen o crean necesitar, sin importarles lo que les pueda
representar a los demás.
Criterio 7: estos sujetos generalmente carecen de
empatía y tienen dificultades para reconocer los deseos, las experiencias
subjetivas y los sentimientos de los demás.
Criterio 8: también suelen envidiar a los demás o
creen que los demás les envidian a ellos.
Criterio 9: frecuentemente presentan actitudes
snobs, desdeñosas o altivas. “Snob es
un adjetivo de que da pruebas de snobismo, el cual se refiere a la admiración
infundida por todas las cosas que estén a la moda, en especial las que viene
del extranjero”[8]
3.6. Trastorno esquizotipico de la de la
personalidad.
Es
un patrón de malestar intenso en las relaciones personales, distorsiones
cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento (Miyar, 2002) .
Características diagnósticas: Estos son los criterios que
debe cumplir una persona para ser diagnosticada con el trastorno límite de la
personalidad[9]:
Criterio A1: los individuos con trastorno
esquizotípico de la personalidad suelen tener ideas de referencia
Criterio A2: ser supersticiosos o estar
preocupados por fenómenos paranormales ajenos a las normas de su propia
subcultura.
Criterio A3: también pueden presentarse alteraciones perceptivas,
Su lenguaje puede incluir frases o construcciones raras o idiosincrásicas.
Criterio A4: Frecuentemente es indefinido,
disgresivo o vago, pero sin un verdadero descarrilamiento o incoherencia.
Criterio A5: los individuos con este trastorno
suelen ser recelosos y pueden presentar ideación paranoide.
Criterio A6: frecuentemente, no son capaces de
hacer servir todo el abanico de afectos y habilidades interpersonales
necesarias para relacionarse adecuadamente y, por tanto, suelen interactuar con
los demás de una manera inapropiada, inflexible o constreñida.
Criterio A7: frecuentemente son considerados
raros o excéntricos a causa de sus manierismos poco corrientes, una forma tosca
de vestir que «no se lleva» y una falta de atención a las convenciones sociales
habituales.
Criterio A8: acostumbran a tener pocos o ningún
amigo íntimo o persona de confianza aparte de los familiares de primer grado.
Criterio A9: se sienten ansiosos en situaciones
sociales, especialmente en las que implican a gente desconocida.
Criterio B: el trastorno esquizotípico de la
personalidad no debe diagnosticarse si el patrón de comportamiento aparece sólo
en el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con
síntomas psicóticos, otro trastorno psicótico o un trastorno generalizado del
desarrollo.
3.7. Trastorno de la personalidad por
evitación.
Es un patrón de inhibición social,
sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa (Miyar, 2002) .
Características
diagnósticas: Estos
son los criterios que debe cumplir una persona para ser diagnosticada con el
trastorno límite de la personalidad[10]:
Criterio 1: evitan trabajos o actividades
escolares que impliquen un contacto interpersonal importante, porque tienen
miedo de las críticas, la desaprobación o el rechazo.
Criterio 2: evitan hacer nuevos amigos a no ser
que estén seguros de que van a ser apreciados y aceptados sin críticas.
Criterio 3: pueden actuar con represión, tener
dificultades para hablar de sí mismos y tener sentimientos íntimos de temor a
ser comprometidos, ridiculizados o avergonzados.
Criterio 4: los sujetos con este trastorno,
puesto que les preocupa la posibilidad de ser criticados o rechazados en las
situaciones sociales, tienen el umbral para detectar estas reacciones
exageradamente bajo.
Criterio 5: los sujetos con trastorno de la
personalidad por evitación están inhibidos en las situaciones interpersonales
nuevas porque se sienten inferiores y tienen una baja autoestima.
Criterio 6: estos sujetos se creen a sí mismos
socialmente ineptos, personalmente poco interesantes o inferiores a los demás.
Criterio 7: normalmente son reacios a asumir
riesgos personales o a involucrarse en nuevas actividades, ya que esto puede
ponerles en aprietos.
3.8. Trastorno de la personalidad por
dependencia.
Es
un patrón de comportamiento sumiso y pegajoso relacionado con una excesiva
necesidad de ser cuidado (Miyar, 2002) . Características diagnósticas: Estos son
los criterios que debe cumplir una persona para ser diagnosticada con el
trastorno límite de la personalidad[11]:
Criterio
1: los
sujetos con trastorno de la personalidad por dependencia tienen grandes
dificultades para tomar las decisiones cotidianas, si no cuentan con un
excesivo aconsejamiento y reafirmación
por parte de los demás.
Criterio 2: estos individuos tienden a ser
pasivos y a permitir que los demás tomen las iniciativas y asuman la
responsabilidad en las principales parcelas de su vida.
Criterio 3: suelen tener dificultades para
expresar el desacuerdo con los demás, sobre todo con aquellos de quienes
dependen, porque tienen miedo de perder su apoyo o su aprobación.
Criterio 4: a los sujetos con este trastorno les
es difícil iniciar proyectos o hacer las cosas con independencia.
Criterio 5: estos sujetos llevados por su deseo de lograr protección y
apoyo de los demás, llegan hasta el punto de presentarse voluntarios para
tareas desagradables si estos comportamientos les van a proporcionar los
cuidados que necesitan.
Criterio 6: los sujetos con este trastorno se
sienten incómodos o desamparados cuando están solos debido a sus temores
exagerados a ser incapaces de cuidar de sí mismos.
Criterio 7: cuando termina una relación
importante buscan urgentemente otra relación que les proporcione el cuidado y
el apoyo que necesitan.
Criterio 8: suelen estar preocupados por el miedo
a que les abandonen y tengan que cuidar de sí mismos.
3.9. Trastorno obsesivo-compulsivo de la
personalidad.
Es
un patrón de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control (Miyar, 2002) .
Características
diagnósticas: Estos
son los criterios que debe cumplir una persona para ser diagnosticada con el
trastorno límite de la personalidad[12]:
Criterio 1: los sujetos con trastorno
obsesivo-compulsivo de la personalidad intentan mantener la sensación de
control mediante una atención esmerada a las reglas, los detalles triviales,
los protocolos, las listas, los horarios o las formalidades hasta el punto de
perder de vista el objetivo principal de la actividad.
Criterio 2: pueden estar tan interesados en
llevar a cabo con absoluta perfección cualquier detalle de un proyecto, que
éste no se acabe nunca.
Criterio 3: muestran una dedicación excesiva al
trabajo y a la productividad, con exclusión de las actividades de ocio y las
amistades.
Criterio 4: los sujetos con trastorno
obsesivo-compulsivo de la personalidad pueden ser demasiado tercos,
escrupulosos e inflexibles en temas de moral, ética o valores
Criterio 5: los sujetos con este trastorno son
incapaces de tirar los objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un
valor sentimental.
Criterio 6: los sujetos son reacios a delegar
tareas o trabajo en otros, insisten obstinada e irrazonablemente en que todo se
haga a su manera y en que la gente se adapte a su forma de hacer las cosas.
Criterio 7: los individuos con este trastorno
pueden ser tacaños y avaros, y llevar un nivel de vida muy inferior al que
pueden permitirse debido a su creencia de que los gastos tienen que controlarse
mucho para prevenir catástrofes futuras.
Criterio 8: también se caracterizan por la
rigidez y la obstinación, planifican meticulosamente cualquier detalle y son
reacios (resiste) a considerar la posibilidad de un cambio.
4. BIBLIOGRAFÍA.
Hampson, S. E. (1986). la construccion de una
personalidad. castellana: ediciones pardos.
James Fadiman, R. F.
(2001). Teorías de la personalidad. MEXICO: OXFORD.
Miyar, M. V. (2002).
DSM-IV “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”.
mexico.
P, H. R., &
Whitbourne, S. K. (2003). psicología de la anormalidad. México: Mc Graw
Hill.
Schultz, D. P.
(2002). Teoría de la personalidad. mexico.
[1] Ramón García. LAROUSSE diccionario escolar. pág.
339
[2] Los
criterios fueron extraídos del DSM-IV “Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” pág. 646
[3] Los
criterios fueron extraídos del DSM-IV “Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” pág. 662
[4] Ramón García. LAROUSSE diccionario escolar. pág.
162
[5] Los
criterios fueron extraídos del DSM-IV “Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” pág. 666-668
[6] Los
criterios fueron extraídos del DSM-IV “Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” pág. 671-672
[7] Los
criterios fueron extraídos del DSM-IV “Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” pág. 675-676
[9] Los
criterios fueron extraídos del DSM-IV “Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” pág. 658
[10] Los
criterios fueron extraídos del DSM-IV “Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” pág. 678-679
[11] Los
criterios fueron extraídos del DSM-IV “Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” pág. 682-683
[12] Los
criterios fueron extraídos del DSM-IV “Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” pág. 686-687